
Si alguna vez has oído hablar del termino Propiedad Intelectual puede que te parezca un poco confuso. Para entenderlo solo tienes que separar las palabras que lo conforman. Cuando hablamos de propiedad, pensamos en cosas materiales y si escuchamos la palabra intelectual pensamos en inteligencia o en la mente. Precisamente eso es lo que representa. La propiedad intelectual es donde la creatividad humana se vuelve material.
La PI abarca muchas creaciones, pero generalmente se divide en dos grandes categorías: el derecho de autor y la propiedad industrial.
Del lado del derecho de autor podrás encontrar obras literarias y artísticas como libros, películas, fotografías pinturas e inclusive planos de arquitectura y programas de computadora.

Mientras tanto, en la propiedad industrial puedes encontrar todos los nombres e imágenes que se utilizan en el comercio y hasta las formulas para ciertos medicamentos.

Antecedentes históricos
Hasta el siglo 15, la humanidad generaba mucho conocimiento y tecnologías valiosas. A pesar de esto, la difusión de esta información era muy limitada y pocos podían tener acceso a ella. Gracias a la invención de la imprenta en 1440 se pudieron exponer estas invenciones a públicos cada vez mas grandes. Esto produjo la necesidad de proteger los derechos de los autores y los inventores para que su nombre y su retribución económica no se perdiera con tanta divulgación.
Por eso surge la propiedad intelectual: para reconocer moral y económicamente a los creadores.
Luego de que la imprenta se volviera más común, se empiezan a establecer los primeros instrumentos jurídicos para proteger a los autores e inventores. El Estatuto de la reina Ana de Inglaterra de 1710 se considera la primera ley moderna que designa al autor como dueño de los derechos sobre su obra. Por otro lado, tenemos el convenio de París de 1883 el primero en establecer la protección internacional de la propiedad industrial.

Por último, el convenio de Berna de 1886 fue impulsado por el escritor francés, Víctor Hugo, autor de la icónica obra los Miserables. En virtud de este importante acuerdo se avanzó hacia la protección internacional de los derechos de autor.
Gracias a estos y más avances jurídicos sobre el tema, a partir del siglo 19, la propiedad intelectual empezó a tener un rol central en los ámbitos científico, artístico y tecnológico.
¿Y por qué es importante la propiedad intelectual?
Para explicarte esto un poco mejor voy a ilustrar con un ejemplo. Imagina un artista que con mucho esfuerzo y dedicación escribe una canción. Sin embargo, viene otra persona y se copia de su obra diciéndole a todo el mundo que es suya. Claro que sería muy injusto con el compositor.
No solo se estarían llevando el crédito de una canción que él creo, sino que posiblemente esta persona podría llevarse una ganancia económica. Entonces nuestro amigo el compositor se queda sin remuneración moral ni económica.
Lo mismo pasa en la industria. Los empresarios, por ejemplo, trabajan por muchos años para posicionar las marcas que distinguen sus productos y servicios para que todos la reconozcan fácilmente.

El punto de tener una marca es que el cliente pueda saber de dónde viene ese producto o servicio. En base a esto, decide si comprarlo o no dependiendo de qué tanto le guste la compañía. Si una persona viene y usa la marca reconocida de otra persona en sus productos se rompe esa confianza porque ya no viene de la misma empresa.
En general, la propiedad intelectual le da al autor o inventor el control total sobre su obra. De esta forma puede mantener todos sus beneficios económicos y a la vez dejar claro su origen.
La propiedad intelectual en la actualidad
Verdaderamente la propiedad intelectual se ha colado en todos los aspectos de la vida humana con el pasar de los años y más aún con los avances tecnológicos del ultimo siglo.

Actualmente podemos encontrar casi 50 millones de registros de marcas y 14 millones de patentes (2019). También existen incontables obras están protegidas por el derecho de autor a nivel mundial.
En fin, la propiedad intelectual es la protección de todo eso que puede nacer de la creatividad humana y transformarse en algo tangible. Desde aquellos primeros instrumentos jurídicos hasta la fecha, autores e inventores alrededor del mundo han encontrado en ella un incentivo para seguir transformando el mundo con sus creaciones.